Bienvenida
Soy Nuri Marín
Coach de yoga para la fertilidad y salud de la mujer
Me siento profundamente contenta y agradecida de saber que te interesa conocerme y saber cómo te puedo ayudar. ¡GRACIAS!
Desde bien pequeña me sentí conectada con el mundo de lo sutil y la salud, con una naturaleza empática, observadora, altamente sensible, bucólica, poeta, comunicadora... Mi camino hasta llegar aquí ha sido largo, lleno de piedras pero también recompensas, como todo camino.
Desde mi más tierna infancia me sentí con baja autoestima y con una gran carencia afectiva, debido a crecer en un ambiente familiar tóxico y violento. Buscaba fuera lo que debía reconocer dentro, "que todos somos AMOR y LUZ".
Encontré en el diseño y las letras un medio de creación, expresión, comunicación y transformación, por lo que me formé en diseño y filología inglesa.
Me casé demasiado joven, me divorcié tres años después, viví el desconsuelo de perder a mi madre de una manera fugaz, a la que me sentía profundamente unida.
Volví a casarme, a zambullirme en mil proyectos personales, hasta que un día mi pareja me hizo la gran pregunta: ¿Quieres ser madre? Mi respuesta por aquel entonces fue " No quiero en un 90% " , porque sentía que eso iba a interferir en mis proyectos, que ya no podría tener para mí el mismo tiempo, pero en realidad, de alguna manera quería huir de mi infancia y de todos los arquetipos de madre que sé ahora que he vivido.
Me adentré en el mundo del yoga buscando refugio a una angustia, desconsuelo y dolor incomparable por la pérdida de mi madre, pero también por el rechazo a crear una familia. Con la práctica de asana (o las posturas) observaba que me sentía más tranquila, a la vez que mi energía pesada y aletargada se movía y cambiaba mi humor. El control de la respiración me centraba y anclaba en el momento presente, la meditación a calmar, como un bálsamo, a la furia de mis emociones desbocadas y los pensamientos imparables de mi mente, además de conectarme con mi más profundo yo o dimensión espiritual.
Aprendí a perdonar y perdonarme. A entender que mi sufrimiento también era mi mayor maestro y a transformar el rencor y rabia en aceptación. Estudié yoga tres años, mientras estudiaba la mente subconsciente de manera particular con una especialista en psicoterapia cuántica, me especialicé en yoga prenatal, embarazo y postparto y empecé a beber de diferentes fuentes con el deseo de seguir aprendiendo sobre la mujer holística.
Abrí mi propia sala de yoga que bauticé como "El refugio", donde impartía clases tanto para hombres como mujeres, mientras lo compaginaba con yoga en familia en centros escolares y con otro trabajo. Con la llegada de la pandemia y del nacimiento de mi segunda hija, decidí parar y cerrar ese proyecto, para centrarme totalmente en mis hijas y mi maternidad, mientras seguía recorriendo ese camino que nunca se acaba de auto conocimiento.
Mi historia
Y cuando le tocó a mi primera hija empezar el colegio, conocí a la mamá de un compañerito de clase, que me ayudaría a poner un nuevo rumbo en mi viaje. Descubrí un mundo desconocido para mí, la infertilidad que ella misma había padecido por más de 10 años con 14 intentos durante ese periodo y a través de ella las dificultades de tantas mujeres en poder llegar a algo que yo ya tenía, que era y es lo mejor que la vida ha podido regalarme, "mi maternidad".
De manera natural, surgió la primera colaboración de ambas en un primer retiro al que llamamos " el ferty retiro". Después supe que ya no podía seguir compaginando dos trabajos y que había llegado el momento de alinearme totalmente con mi propósito en este mundo: "Acompañar a la mujer en todos sus ciclos importantes, pero sobre todo "Acompañar a la mujer en su viaje hacia la maternidad". Un camino que no siempre es tan fácil y que puede ser largo, lleno de ansiedad, dolor, duelo, pérdida, frustración, tristeza...
Me di cuenta por fin, que dar la mano a las mujeres que necesitan sostén, apoyo y recursos para la transformación en su camino hacia la maternidad, es mi mayor alegría y propósito.
Siento gran cariño y respeto por el proceso de cada mujer, como seres únicos y particulares que somos. Cada una vive sus experiencias y sus retos, su cuerpo, sus pensamientos, sus mochilas emocionales, su camino hacia la maternidad, de forma diferente y es por ello que yo creo en un enfoque de salud totalmente holístico y preventivo muy individualizado, pero siempre acompañado del grupo, de la también necesidad de ser parte de una comunidad. Como nos susurra la sabia ciencia del yoga, todo está unido, nada es inseparable y todo afecta a todo. Lo que ocurre en nuestro cuerpo físico, en nuestra mente y pensamientos, con nuestras emociones... todo está interrelacionado y todo repercute en todo.